Bienvenidos a la página del Semillero Humanista de la Universidad Santo Tómas, aquí podrán encontrar todo tipo de información que permita enriquecer sus conocimientos sobre la Psicología Humanista y la Psicología Transpersonal.
Muchos son los caminos que se han construido en torno al estudio psicológico del hombre y cada uno de ellos ha surgido en un contexto especifico, respondiendo a sus problemáticas y necesidades. Pero esto no ha sido un desarrollo lineal ni acumulativo; por el contrario, está constituido por contraposiciones, similitudes, retornos, refutaciones y respaldos, todo respecto a métodos, teorías, planteamientos, técnicas y demás aspectos de la disciplina psicológica.

viernes, 6 de abril de 2012

Jean Paul Sartre (1905-1980)


«Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace.»




Filósofo y escritor francés. Precoz lector de los clásicos franceses, en 1915 ingresó en el liceo Henri IV de París y conoció a Paul Nizan, con quien inició una estrecha amistad. Al año siguiente, el segundo matrimonio de su madre (considerado por Jean-Paul como «una traición») lo obligó a trasladarse a La Rochelle; hasta 1920 no regresó a París. En 1924 inició sus estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde conoció a Simone de Beauvoir, con quien estableció una relación que duraría toda su vida.



Tras cumplir el servicio militar, empezó a ejercer como profesor de instituto; en 1933 obtuvo una beca de estudios que le permitió trasladarse a Alemania, donde entró en contacto con la filosofía de Husserl y de Heidegger. En 1938 publicó La náusea, novela que pretendía divulgar los principios del existencialismo y que le proporcionó cierta celebridad, al tiempo que se convertía en símbolo de aquel movimiento filosófico. Movilizado en 1939, fue hecho prisionero, aunque consiguió evadirse en 1941 y regresar a París, donde trabajó en el liceo Condorcet y colaboró con A. Camus en Combat, el periódico de la Resistencia.
En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí), que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada). La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».

Dos años más tarde, alcanzada ya la popularidad, abandonó la enseñanza para dedicarse exclusivamente a escribir; en colaboración con Aron, Merleau-Ponty y Simone de Beauvoir, fundó Les Temps Modernes, una de las revistas de pensamiento de la izquierda más influyentes de la posguerra.
Por esa época, Sartre inició una fluctuante relación con el comunismo, hecha de acercamientos (uno de los cuales provocó su ruptura con Camus en 1956) y alejamientos motivados por su denuncia del estalinismo o su protesta por la intervención soviética en Hungría. En su última obra filosófica, Crítica de la razón dialéctica (1960), se propuso una reconciliación del materialismo dialéctico con el existencialismo, al cual pasó a considerar como una ideología parásita del marxismo, y trató de establecer un fundamento de la dialéctica marxista mostrando que la actividad racional humana, la praxis, es necesariamente dialéctica.


En 1964 rechazó el Premio Nobel de Literatura para no «dejarse recuperar por el sistema»; decididamente contrario a la política estadounidense en Vietnam, colaboró con Bertrand Russell en el establecimiento del Tribunal internacional de Estocolmo para la persecución de los crímenes de guerra.
Tras participar directamente en la revuelta estudiantil de mayo de 1968, multiplicó sus gestos públicos de izquierdismo, asumió la dirección del periódico La Cause du Peuple y fundó Tout!, de orientación maoísta y libertaria. En 1975 se inició el progresivo quebranto de su salud; la ceguera lo apartó de la lectura y la escritura durante los últimos años de su vida, tras haber completado su postrera gran obra, El idiota de la familia (1971-1972), dedicada al tema de la creación literaria, fruto de diez años que dedicó a la investigación de la personalidad de Gustave Flaubert.

Textos complementarios:


Carl Rogers (1902 - 1987)



Carl Rogers nació el 8 de enero de 1902, en Oak Park, Illinois, un suburbio de Chicago. Fue el cuarto de seis hijos. Su padre era un exitoso ingeniero civil y su madre se dedicaba al hogar. Era una familia devotamente cristiana.


Para la vida de Rogers, la psicología fue ganando terreno y la religión la fue haciendo a un lado. Estudió psicología en la Universidad de Columbia y se recibió en 1931. Ejerció la psicología clínica ayudando a la crueldad en contra de los niños. En esta época empieza a desarrollar su teoría.
En el año de 1940 fue profesor de tiempo completo en Ohio.  Para 1942 escribió su primer libro: "Asesoría y Psicoterapia. Después, en 1945, estableció un centro de asesoría psicológica en la Universidad de Chicago.

En 1951 escribió su obra magna, en la cual muestra su teoría básica: "La terapia centrada en el cliente".

Entre otras de sus obras se conocen: "El proceso de convertirse en persona" (1961); "Una manera de ser" (1980).



Su teoría es clínica, basada en años de experiencia con el trato directo a pacientes. Su teoría es amplia, lógicamente unida y con posibilidad de aplicación. Lo primero es que Rogers considera a toda persona como buena y sana, o por lo menos, no la considera mala o enferma. En otras palabras explica que la salud mental en una progresión normal de la vida de la persona, mientras que la enfermedad mental, como por ejemplo la criminalidad, son distorsiones de la tendencia natural del hombre.


Su teoría está basada en una fuerza de vida, que llama  tendencia actualizada:  es la base de la construcción de la motivación presente o actual en la persona, con el fin de desarrollar todas sus potencias hasta donde sea posible. Rogers piensa que todas las personas intentan dar lo mejor de sí mismas, lo mejor de su existencia, y que si fallan no es con intención o con el deseo de hacerlo. Carl Rogers explica que cada cosa viviente en la naturaleza intenta dar y/o hacer lo mejor de sí misma. 


Dice que el hombre se adapta con facilidad a lo que se le va presentando en la vida, y que lo hace de forma natural, siempre y cuando viva de acuerdo a su naturaleza. Explica que la humanidad se ha desarrollado, es decir, que ha actualizado sus potencias a través de crear una sociedad y una cultura, pues con éstas existe un orden en donde cada persona puede actualizar constantemente sus potencialidades. El hombre es social por naturaleza, pero cuando desarrolló la cultura, desarrolló una vida propia. La cultura ha tomado fuerza en sí misma y si una cultura muere o desaparece, la gente que vive en ella también desaparece. Es decir que lo elaborado o complicado de las sociedades y de las culturas, y los avances tecnológicos han ayudado a la persona a sobrevivir y a prosperar, pero también pueden dañarla e incluso, destruirla.


También explica Rogers que los organismos saben por naturaleza lo que es el bien. La evolución ha provisto a la persona de los sentidos, y además, de ser capaz de discriminar lo que necesita o requiere. Por ejemplo cuando el hombre tiene hambre, encuentra comida, pero no cualquier comida, sino una que le sea grata, que le guste, no que se encuentre en estado de descomposición o que sea poco saludable. A lo que la evolución ha hecho de la persona, Rogers lo llama valoración del organismo.



Como conclusión, se afirma que Carl Rogers es un psicólogo basado en la teoría personalista, pues se aboca a las características individuales, sin embargo por el hecho de promover que la persona siga sus sentimientos, pierde de vista la objetividad o la realidad que se promueve, pues no sólo de sentimientos está constituido el hombre, hace falta que la inteligencia, la sociabilidad, la voluntad, y la libertad, intervengan para equilibrar dichos sentimientos. 


Por otro lado, las características que promueve en el terapeuta son ciertas, pues es verdad que se pueden utilizar muchas técnicas para remediar y curar, pero la influencia del terapeuta, ejerce conciencia, por ejemplo, en el pensamiento. Es arriesgado decirlo, pero en cierta forma se nace para ser terapeuta, y sólo se afinan los detalles a través del estudio, es decir sin el estudio no se es, pero sin la personalidad para serlo, tampoco.


Rogers aporta conceptos y postulados prácticos de fácil compresión, sin embargo le falta profundidad en sus textos, pues se pueden confundir con facilidad, y de hecho así sucede, provocando que la persona piensa que se puede vivir amando, siendo libre y feliz, sin percatarse que hace falta conocer más su naturaleza y tener límites, y que esos límites no sólo son impuestos  por la naturaleza limitada...




Si desea complementar más revisar los textos:


http://itziarzubillaga.net/bpe/notas/add/Carl_Rogers.pdf
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/213/21300710.pdf
http://espanol.free-ebooks.net/ebook/Una-aproximaci-n-a-la-psicolog-a-de-Carl-Rogers-art-culo/pdf?dl&preview
http://www.ibe.unesco.org/publications/ThinkersPdf/rogerse.PDF
http://www.sageofasheville.com/pub_downloads/CARL_ROGERS_AND_HUMANISTIC_EDUCATION.pdf
http://shoreline.edu/dchris/psych236/Documents/Rogers.pdf